Citas:

„Soy de la opinión de que debería considerarse como democrática la designación de los gobernantes por sorteo, mientras que las elecciones deben ser vistas como oligárquicas.“ Aristoteles (384-322 a.C.), Filósofo griego. La Política, Libro 4.

„La elección por sorteo (le suffrage par le sort) corresponde a la naturaleza de la democracia, la elección por voto (le suffrage par le choix) a la naturaleza de la aristocracia.“ (Montesquieu, El Espíritu de las Leyes, 1748)

„En toda verdadera democracia, la magistratura no es una preferencia, sino una carga onerosa que no se puede imponer con Justicia a un individuo más que a otro. Solamente la ley puede imponerla a quien la suerte designe.“ (Rousseau, El contrato social o Principios del Derecho Político, 1762)

„Nuestra democracia no protege a la mayoría de los ciudadanos, sino que defiende los intereses y privilegios de las élites. Por ello, reivindicamos que se organicen asambleas ciudadanas, como en la antigua Atenas, cuyos miembros sean designados por sorteo.“ (Carola Rackete, „extinction rebellion“ /Tagesanzeiger 2.11.19.)

„El sistema del sorteo permite la rotación. Es una forma de selección de representantes libre de ideologías, independiente del dinero y que no se puede controlar. Es una forma contra la corrupción y la élite.“ (Laura Huonker, AL Zürich, März 2019)

En otras palabras: Si la designación es por sorteo, gobiernan los pobres; si es por voto, gobiernan los ricos. Es una simple cuestión de estadística. Si los ricos fueran en algún momento la mayoría, también habría más ricos que ganarían por sorteo. Además, con toda probabilidad, la mitad de las personas designadas serían mujeres.

La historia del sorteo:

Como mecanismo de toma de decisiones, el sorteo ya se menciona en la Biblia, por ejemplo, para la distribución de tierras. En Grecia, algo menos en Roma, en algunos Estados y regiones en la Edad Media y hasta mediados del s. XIX, se ha utilizado el sorteo para la toma de decisiones políticas -a distintos niveles y en distintas formas. Su uso estaba justificado como herramienta para prevenir la polarización de la sociedad y preservar la dignidad humana. Pero, básicamente, era una cuestión de democracia y justicia.

Y hoy en día, ¿por qué oponerse a las elecciones? Los motivos son diversos. ¿Quiénes han sido „elegidos democráticamente“ en la actualidad? Donald Trump, Jair Bolsonaro, Boris Johnson. Gana el más fanfarrón y con más dinero a su disposición. No nos encontramos ante el dilema de poder elegir, sino ante la elección del dilema. Y, sin embargo, la decisión del pueblo debe ser respetada. ¿O no es así?

Pero el pueblo está a merced de los partidos políticos y los grupos de intereses, que son los que imponen a sus candidatos -como antes sucedía con la aristocracia y hoy con la meritocracia. Después, se hace todo lo posible para que quien gobierna pueda ser reelegido y así asegurarse la posición de poder y las fuentes de riqueza. Por otro lado, la participación electoral es siempre baja. La mayoría de las veces solo una minoría vota. Esto es una consecuencia grave de la desafección por la democracia, las elecciones y los partidos políticos.

¿Son las elecciones el sentido profundo de la democracia? No. Las elecciones limitan la democracia en vez de fomentarla. ¿Y qué se puede hacer, si no se vota? Hacer que la suerte decida, la asignación por sorteo. Un método acreditado de la verdadera democracia. De este modo podemos ahorrarnos costosas campañas electorales, escándalos y la ardua búsqueda de candidatos. Todas las personas deben tener la posibilidad de participar directamente en la política. Debido a que hoy en día todo es más complicado que en la Antigua Grecia, sería posible combinar el sistema de elecciones y el sorteo.